Mujer llega con cuchillo en mano hasta las oficinas de Serulle para reclamar propiedad

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, República Dominicana.- Una mujer identificada como Griselda Vargas Rodríguez, vulneró la seguridad de la Alcaldía y puso en peligro la vida del alcalde de Santiago de los Caballeros, Juan Gilberto Serulle Ramia, al presentarse este miércoles 22 en el palacio de gobierno, armada con un cuchillo.

Según Vargas Rodríguez, quien logró penetrar hasta los pasillos de las oficinas del primer ejecutivo municipal, Serulle la habría despojado de una propiedad para uno de sus proyectos en la avenida Francia, por lo que se presentó cuchillo en mano en la alcaldía para reclamar su pertenencia.

La ciudadana también llevaba consigo un documento que confirma el desalojo y las condiciones del mismo, y se quejaba de que no le hacen caso cuando va al Ayuntamiento para tratar de hablar con las autoridades municipales.

Vargas Rodríguez, pasó hasta el tercer nivel del Palacio Municipal, con el cuchillo en su cartera, el cual sacó con actitud amenazante, mientras entre sollozos explicaba su situación. La dama agregó que el alcalde la había dejado en la calle y que lo único que quería era que le devuelvan su propiedad.

Fuentes a las que tuvo acceso el equipo de Acento.com.do, dan cuenta de que la enardecida ciudadana llegó hasta la puerta de las oficinas del alcalde Serulle para hacer sus reclamos y que llevaba el cuchillo en su mano, pero allí fue impedida de entrar por gente de la seguridad y otros voluntarios.

Elegido en la boleta del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en 2010, ha sido centro de denuncias de corrupción, ha sido abucheados en múltiples ocasiones y hasta se han escrito mensajes de muertes en su contra en paredes de la ciudad.

Hace un tiempo, varias familias que también habían sido desalojadas de sus pertenencias por la Alcaldía, se quedaron varios días en el vestíbulo del edificio del Ayuntamiento en reclamo de sus propiedades.

En una ocasión, el equipo de Acento.com.do fue testigo de las amenazas de un contratista que reclamaba pagos atrasados al funcionario. El hombre que no se pudo identificar, llegó con un niño en brazos hasta el ascensor y le dijo al alcalde que él era responsable de las penurias que pasaba el menor en ese momento porque las autoridades no cumplían con sus responsabilidades.